sábado, 10 de octubre de 2015

Chorlito carambolo en Baldaio

Hola, buenos días.

El viernes 11 de setiembre por la mañana estaba fotografiando a una abubilla y a un par de torcecuellos en Monticaño, cuando leo en el grupo un mensaje de Alfonso Valeiro comunicando el avistamiento de un joven carambolo, a pesar de quedarme poco tiempo (trabajaba por la tarde), "hice cuentas" y me presenté en el monte Ueiros, lugar donde se ha avistado a esta especie por tercer año consecutivo (fotos del carambolo 2013).

Este ejemplar se mostraba muy confiado a diferencia del carambolo del año anterior y sólo la presencia de un perro hizo que se levantara, de hecho cuando llegué Alfonso me comentó que hasta hace unos minutos allí estaba, total, que tocaba tener paciencia aunque tiempo era justamente lo que no tenía. A los pocos minutos llegó Juanda y entre los tres nos hemos puesto a "patrullar" hasta reubicarla. 

Charadrius morenellus (chorlito carambolo, píllara rubia en gallego):


Arriba un recorte de la toma original:





 Su belleza es indescriptible destacando sus amplias cejas que se unen en la nuca:






Y su agotamiento era perceptible, está quietecita aunque alerta:













Aparte de una reducida población que se reproduce en los Pirineos, los ejemplares que se pueden observar en España están en paso: "Se trata de un ave estival en sus áreas de cría, que se desplaza para invernar en las áridas regiones del norte de África y Oriente Medio, desde el Magreb hasta Irán. Durante el paso posnupcial —que se lleva a cabo entre agosto y septiembre— pueden observarse algunos individuos aislados o pequeños bandos en diferentes localidades peninsulares; el flujo primaveral resulta todavía menos evidente y son bastante escasos los contactos con la especie. La invernada en nuestro territorio se puede considerar testimonial." Fuente: S.E.O. carambolo.

 Hasta la próxima entrada.

Hay 168 aves diferentes presentes en el ÍNDICE DE ESPECIES

2 comentarios:

  1. Yo no se si es agotamiento o es una pauta de comportamiento, pero es que los pocos que he visto yo, siempre actúan como este que nos describes Rafa, se agazapan y se dejan acercar hasta lo indecible. Puede que en sus lugares de cría el hombre no sea una amenaza y no nos vean como a un bicho malo.
    Muy chulas las fotos, un fuerte abrazo desde Cantabria.

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  2. Hola Germán, gracias por pasar y comentar.

    Es posible, incluso las dos opciones simultáneamente, es decir, que lleguen exhautos y que los ejemplares juveniles no nos vean como una amenaza (los adultos parece que nos van conociendo y desconfian -con razón- del hombre).

    Un abrazo,

    Rafa.

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